MÉRIDA, 23 (EUROPA PRESS)
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Guadalupe detenido a un hombre como presunto autor de dos delitos de caza furtiva cometidos durante los años 2020 y 2021 en varias fincas privadas ubicadas en el término municipal de Berzocana.
Las investigaciones de la Operación Niktos comenzaron tras tener conocimiento de la existencia de varios hechos ilícitos relacionados con la caza “furtiva” de especies cinegéticas, en el interior de fincas privadas de Caza Mayor, ubicadas en la comarca cacereña de Villuercas-Ibores-Jara.
El ‘modus operandi’ seguido por los autores consistía en abatir sin permiso de los titulares de los cotos de caza ciervos y jabalíes, utilizando para ello armas largas rayadas, tipo rifle, desarrollándose estos delitos en terrenos privados de caza mayor con la catalogación de terrenos cinegéticos de régimen especial; caracterizados por una “abundante población de especies con trofeos de alta calidad”, indica la Guardia Civil en una nota de prensa.
Como norma general, actuaban al atardecer o en horario nocturno, abatiendo las piezas seleccionadas previamente, pero llevándose únicamente consigo los trofeos de estas.
Los hechos delictivos esclarecidos tuvieron lugar en los meses de agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos en la misma finca privada situada en el término municipal de Berzocana. En el primero de los hechos fueron abatidos, de manera ilegal, hasta cinco jabalíes mientras que en el segundo se abatieron dos.
La patrulla del Seprona abrió una investigación policial con inspecciones oculares y tomando muestras, en ambos casos, de proyectiles que fueron hallados en varios de los cadáveres de los animales, evidencias que fueron remitidas al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (SECRIM), para la realización del correspondiente Informe Pericial Balístico, que concluyó que estas dos muestras de proyectiles habían sido disparados por el mismo rifle.
Los indicios de la investigación permitieron a los agentes centrar sus sospechas en varias personas, y tras identificar a aquellas residentes en zonas próximas al lugar de los hechos que eran titulares de armas, se pudo comprobar que una de ellas poseía armas de fuego largas rayadas similares a las especificadas en los informes periciales del Secrim.
Con la correspondiente autorización judicial le fueron intervenidas las armas y se realizó un estudio pericial que concluyó que una de ellas había sido la que disparó los proyectiles utilizados en la comisión de los hechos delictivos investigados.
Finalmente, con el conjunto de pruebas e indicios obtenidos, el pasado día 16 de enero, los agentes del Seprona culminaron la investigación con la detención de un hombre, como supuesto autor de dos delitos contra la fauna, instruyendo las correspondientes diligencias que han sido puestas a disposición de la autoridad judicial en Logrosán.
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