MÉRIDA, 13 (EUROPA PRESS)
La programación de la extensión del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en el teatro romano de Medellín (Badajoz), en su novena edición, se compone de una comedia con el sello de Rafael Álvarez ‘El Brujo’, y dos tragedias, ambas con marchamo extremeño: ‘Las suplicantes’ e ‘Hipatia de Alejandría’.
El particular espacio arqueológico de la localidad pacense, en una ladera entre un castillo y una iglesia, se abre un año más para acoger obras del certamen emeritense, como una de sus extensiones, junto a Regina, Cáparra y Madrid.
Una cita ya ineludible de cada verano, que en esta ocasión tendrá lugar los días 22 al 24 de julio, con tres obras que pasaron por el teatro romano de Mérida en su edición de 2021, donde se estrenaron las dos tragedias extremeñas, que recuperarán en Mérida su “versión extendida”, tras su paso por Madrid, donde han presentado otra más adaptada a las salas de teatro.
‘Hipatia de Alejandría’, se representará el viernes 22 de julio, a las 22,45 horas (horario para las tres funciones). Se trata de una obra con dramaturgia de Miguel Murillo y Pedro A. Penco, que también dirige la obra, y que regresa a Extremadura con cambios en el elenco con el que se estrenó en Mérida en 2021, entre ellas su papel protagonista, que ahora recae en Silvana Navas, según ha explicado otra de las actrices, Gema González, en la presentación de este miércoles en Mérida.
El sábado 23 será el turno para ‘Las suplicantes’, en versión de Silvia Zarco sobre textos de Esquilo y Eurípides, está dirigida por Eva Romero y cuenta con el cante de Celia Romero y un reparto con María Garralón, David Gutiérrez, Rubén Lanchazo, Cándido Gómez o Nuria Cuadrado, quien ha destacado un texto que está “más vigente que nunca” y que les hace “felices” de poder poner voz “a todo esto que está ocurriendo”, en alusión a las guerras y al sufrimiento que provocan.
Por último, el domingo 24, ‘El Brujo’ retoma su espectáculo ‘Los Dioses y Dios’, una reflexión libre a partir de ‘Anfitrión’, de Plauto, en la que aborda sobre la relación entre el ser humano y sus deidades.
EL FESTIVAL DE EXTREMADURA
La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Nuria Flores, ha destacado que el de Mérida es “el Festival de Extremadura”, porque a lo largo de los años ha ido “tejiendo una red de nodos” para llevar la cultura y el teatro a toda su geografía, con sus distintas extensiones y también con los talleres que se desarrollan en varias localidades extremeñas.
Unas extensiones como esta de Medellín que se enmarcan, ha dicho, en la vocación del certamen por “universalizar” la cultura grecolatina, y lo hace además en espacios arqueológicos que se revitalizan gracias a la recuperación de la función para la que fueron edificados hace 2.000 años, como es el caso de este teatro romano, que a su vez le dan un “plus” a los propios espectáculos que en ellos se representan.
Asimismo, ha subrayado la capacidad de la cultura y el patrimonio para dinamizar el territorio, creando actividad económica y empleo, como así ha destacado asimismo el alcalde de la localidad, Valentín Pozo.
Por este motivo, la localidad vuelve a acoger “con entusiasmo” esta cita “ya ineludible” para la cultura de la localidad y de toda la comarca, que viene acompañada por actividades paralelas programadas por el propio ayuntamiento, como un mercado artesanal en la Plaza de Hernán Cortés.
Asimismo, desde las compañías han agradecido al certamen que haya vuelto a contar con ellas para programar actuaciones más allá de su estreno el pasado verano, con su presencia primero en Madrid y ahora en Medellín.
TRABAJO PARA COMPAÑÍAS EXTREMEÑAS
Una continuidad en la programación de los espectáculos que genera “mucho empleo y trabajo” para las compañías extremeñas, ha resaltado el director del certamen, Jesús Cimarro, quien ha resaltado además la importancia que tiene para éstas que se les vea “en otro teatros”.
Cimarro ha señalado que uno de los objetivos que se marcó al coger las riendas del festival es que las compañías extremeñas “rompieran el techo de cristal” y pudieran salir de gira fuera de la región, algo reservado a muy pocas.
Ahora hay casos como Los Gemelos o Tito Andrónico que llevan años programándose fuera de Extremadura, al tiempo que ha confesado que uno de los objetivos de la extensión del certamen en Madrid es favorecer la proyección de los espectáculos que producen el festival emeritense.
“Es para que los programadores vean los espectáculos, los compren y puedan girar” por teatros de todo el país, alargando así la “vida” de las obras y generando empleo y trabajo para las compañías.
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