Dada la extensión con la que normalmente cuenta un libro, sus primeras páginas no deberían ser excesivamente relevantes, no obstante, son muchos los autores que conceden una importancia especial a esta parte de cualquier novela, cediendo incluso su elaboración a otros autores de renombre. Y no es para menos, ya que las primeras palabras de un libro pueden ser determinantes a la hora de abordar una lectura. Por ello, hoy, vamos a tratar los aspectos principales y curiosidades que giran en torno a los prólogos.
Tabla de Contenido
- ¿Qué es un prólogo?
- Origen
- Tipos de prólogo
- ¿Merece la pena leerlos?
- Algunos ejemplos
Estas páginas accesorias con las que suele ser costumbre presentar las nuevas salidas de los libros, se agostan sobre la marcha y con ellas no valen vitaminas, ni testovirones, ni paños calientes.
— Camilo José Cela
No es un secreto que los prólogos tienen el mismo número de amantes que de detractores. Las causas de que esto ocurra no están muy claras, aunque se podría decir que, en el primer caso, porque se trata de textos que pueden ayudar a entender lo que posteriormente se leerá, y en el segundo caso, porque se tiene la creencia de que este contenido es puramente un accesorio prescindible, como en el caso del famoso escritor Camilo José Cela.
Antes de entrar en debate conozcamos un poco más sobre ellos.
¿QUÉ ES UN PRÓLOGO?
Según la RAE se define como un Texto preliminar de un libro, escrito por el autor o por otra persona, que sirve de introducción a su lectura. Sin embargo, la mayoría de las veces es otra persona distinta del autor quien lo escribe, generalmente una persona cercana a este. Se ubican siempre al principio de la obra, y sirven para aportar al lector información que mejore la experiencia de lectura o poner en contexto la obra, entre otras cosas.
Es posible encontrar varios prólogos en una obra, aunque estas suelen ser obras clásicas que cuentan con numerosas ediciones.
Su lectura es opcional puesto que se trata de un texto aclaratorio que constituye un aporte en sí misma.
ORIGEN
Este término tiene un origen muy curioso. La primera vez en usarse fue en los teatros de Grecia. Allí ocurría que, antes del inicio de una puesta en escena, uno de los actores se situaba frente al público y daba una bienvenida al público. Con el tiempo, se comenzó a anticipar de qué trataría el show, básicamente se detallaba el argumento y la situación inicia, como un modo de atrapar a la muchedumbre desde el primer momento.
Esta estrategia fue más tarde aplicada en la literatura para iniciar una obra escrita.
TIPOS DE PRÓLOGO
- Prólogo de autoría: escrito por el autor de la obra, a menudo proporciona información sobre sus motivaciones para escribir el libro, su proceso de escritura o su conexión personal con el tema del libro. También suele relacionarse con una advertencia a los lectores.
- Prólogo de obra: proporcionar información sobre el género, estilo, estructura, temas y otros aspectos relevantes de la obra.
- Prólogo histórico: enfocado en el contexto histórico o cultural en el que se escribió la obra, y puede proporcionar información sobre el autor, su época, eventos históricos relevantes o tendencias culturales.
- Prólogo crítico: ofrece una interpretación o análisis detallado de la obra, su estilo, temas y estructura. Este tipo de prólogo a menudo se encuentra en ediciones académicas o críticas de obras literarias.
- Prólogo personal: se enfoca en la relación personal entre el autor y el lector. El autor puede compartir una experiencia personal o anécdota que lo llevó a escribir la obra o establecer una conexión emocional con el lector.
¿MERECE LA PENA LEERLOS?
Hay muchísimos lectores que tienen por costumbre saltarse el prólogo. Existen casos en los que el autor ha querido lucirse tanto que el prólogo que ha creado es muy extenso y hace que los lectores pierdan interés o se dan tantos datos que pueden desvelar la trama antes de tiempo. Sin embargo, por lo general es interesante leerlos ya que, básicamente, son una pequeña introducción de la historia que vamos a leer y pueden dar información relevante o servir para establecer la atmósfera y contexto de la historia. Por ello, en nuestra opinión, ya sea antes o después de abordar una lectura, creemos que es importante darles una oportunidad a estos textos.
¿Cuál es vuestra opinión al respecto?
ALGUNOS EJEMPLOS
- La flor del azafrán amarillo / Laila Ibrahim – Prólogo de la autora.
- Un elefante bajo el parasol blanco – Elena Álvarez – prólogo de la autora.
- Náufragos / Susana Martín Gijón – Prólogo realizado por el escritor Víctor Guerrero Cabanillas
(…) Para mi provecho, pro-logar -etimológicamente algo sí como querer dar la razón-, resulta por contra, una tarea sumamente grata, cuando se trata de encomiar la creatividad literaria de una persona con tanto talento como Susana Martín Gijón. Su modo robusto y directo de encarar con su pluma los retos narrativos más complicados nos topa esta vez resueltamente con los crímenes de un mundo corrupto, habilitado por unos seres que, como las estatuas de Glauco, estragadas por la intemperie de la gran urbe, acabaron mostrándose más como náufragos que como dioses. (…)
- La leyenda del ladrón / Juan Gómez-Jurado – prólogo del autor.
Escribir “La leyenda del ladrón” me llevó cuatro años. Desde una noche de 2008 en la que permanecí hasta altas horas de la madrugada tomando notas en una libreta cortesía de un hotel de Lituania hasta la tarde de 2012 en que, completamente agotado, terminé la última revisión del manuscrito de esta novela.
La idea nació al imaginar que dos personajes históricos se conocían gracias a un personaje literario. Un héroe anónimo y universal cuyos actos fuesen impulsados por la imaginación de las dos mentes más grandes que jamás han sostenido una pluma. Intoxicado por la adrenalina de una idea nueva, no fui consciente de la enormidad de la tarea que tenía ante mí: crear a un héroe así no era tarea fácil. (…)
- La trenza / Laetitia Colombani – prólogo de la autora.
Aquí comienza la historia.
Una historia que es siempre nueva
Y cobra vida entre mis dedos.
Lo primero es el bastidor;
la base, que debe ser lo bastante fuerte para
sujetarlo todo.
Seda o algodón, para la vida o los escenarios;
depende.
El algodón es más resistente.
La seda, más fina y discreta.
Hacen falta martillo y clavos.
Y sobre todo trabajar con delicadeza.
Luego, ya se puede tejer.
Es la parte que prefiero.
En el telar, ante mí,
tres hilos de nailon tensos.
Se cogen de tres en tres las hebras del haz,
se entrelazan sin romperlas
y se vuelve a empezar, una vez y otra vez más.
Me gustan esas horas solitarias en que mis diez
dedos danzan.
Qué extraño ballet, el de mis manos,
mientras escriben la historia de una trenza y unos
lazos.
Esta historia es la mía.
Y, sin embargo, no me pertenece.
- El cuarto de la plancha / Inma Chacón – prólogo de la autora.
PRÓLOGO
Mi casa
Esta novela representa mi hogar, y mi hogar es mi madre, mi infancia, mi pueblo, mi adolescencia y toda una vida en la que mi madre ha sido mi referente más sólido.
Su casa es mi casa, siempre lo ha sido, por muchas otras en las que yo haya vivido. De ahí el título de la presente introducción, porque esta novela es una invitación a entrar en la casa de mi madre, que es el prólogo de mi vida y es ella misma y, a través de estas páginas, yo les invito a intentar conocerla, aunque sea desde la subjetividad de mi memoria. (…)
(…) Cada palabra de estas páginas es un homenaje a ella, pero también a todas las madres, a todos los padres y a todos los hijos e hijas que pueden verse identificados conmigo. (…)
- Ilusión / Pedro García Méndez – prólogo del autor.
- Nada / Carmen Laforet – prólogo de Rosa Montero.
BIBLIOGRAFÍA
https://silviazuletaromano.com/meditaciones/de-prologos-y-otras-hierbas/
https://www.crehana.com/blog/estilo-vida/caracteristicas-de-un-prologo/
https://definicion.com/prologo/
https://www.eltinteroeditorial.com/prologo
https://lectoresaudaces.blogspot.com/2009/12/elogio-de-los-prologos.html
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